Esta mezcla de opéra-comique y vodevil nos pone en contacto
con esta obra maestra de Häendel, abordando las pasiones e intrigas humanas de
todos los tiempos con humor, toques melodramáticos y desde la contemporaneidad.
Los diálogos descontracturados, con algunos acentos
sanisidrences, se intercalan con sublimes interpretaciones de arias solistas y
corales acompañadas por una orquesta de ocho músicos, dirigidos por
Carlos David Jaimes, ubicada detrás del escenario.
Una puesta en escena correcta, sin grandes pretensiones, que
nos ubica en un contexto espacio temporal actual.
Bajo la dirección de Ignacio González Cano el resultado es
una propuesta fresca que anima a un público popular a incursionar en un género
que habitualmente le resulta desafiante y alejado de su cotidianeidad.
Una experiencia imperdible para melómanos y amantes del
teatro musical.
SANDRA PAUL
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