En el marco de una cuidada y atractiva escenografía, realizada por Mariela Begue, se desarrolla una historia plena de claroscuros que se van comprendiendo lentamente, tal es la confusión de la protagonista, Ema, muy bien interpretada por la actriz Kiara Aimetta gracias a la compleja y excelente dramaturgia de Sebastian Femenía que centra el conflicto en lo
emocional y sobre todo, en los mandatos familiares que hacen que Ema haya quedado en la infancia rodeada de muñecos.
Ema espera a Manuel mientras cose creando muñecos que va guardando como guarda recuerdos. Ella cree o sabe que
Manuel va a proponerle que se case con él.
Y mientras espera va recordando cómo lo conoció y cómo desea presentarlo a su hermano José y a su cuñada Juana, que son, para ella, un referente de pareja que parece no poder alcanzar.
Por fin, llega Manuel y comenzarán a desestructurarse los recuerdos que son confusos, producto de una inestabilidad emocional, miedos e incertidumbre.
Un lograda puesta de Flor Rubinsky que desarrolla en forma contundente la trama y la profundiza.
Muy buenas actuaciones de Manuel, Francisco Andriano; José, Juan Manuel Crespo y Juana, Paula Gazzillo que le dan el
marco necesario a la historia.
Una obra importante de ver poque puede llegar a hacer reflexionar al espectador sobre sus recuerdos y su actitud fente a la
vida.
Muy recomendable.
María Buscaglia
Teatro Anfitrión
Venezuela 3340
C.A.B.A.
Viernes 21 hs.
Hasta el 27-9-24