Quebrada de Belén, Provincia de Catamarca, principios de los trágicos
años 70, una ruta que ya nadie transita, al borde de un precipicio y un error
que hace que se crucen destinos y se combinen historias que darán lugar a la
situación que precedió la catástrofe futura.
Las primeras escenas, de una tierna y emotiva candidez, nos muestran a
Amalia, Sofía y Estela, tres hermanas mendocinas que van a Catamarca a
llevarle donaciones a un cura amigo, comprometido con el dolor y la pobreza de
su pueblo y que fuera "transferido" a esa provincia.
Pero, como comienzo del drama que se avecina, equivocan la ruta y,
para peor, se quedan sin nafta.
Las hermanas son muy diferentes entre sí, Amalia, la mayor es
conservadora y muy religiosa y se siente responsable de las otras dos.
Sofi, miedosa e insegura, y Estela, la menor, decidida y vital.
Ésta última, desoyendo a sus hermanas, va a recorrer el lugar en busca
de ayuda pero lo que encuentra es a un periodista herido, luego se enterarán
que está herido de bala.
Estela tratará de ayudarlo a pesar de la resistencia de sus hermanas que
terminarán aceptando.
El periodista, que en sus notas denuncia los atropellos de la autoridad,
fue herido por la policía.
A partir de allí se va desarrollando la tragedia que involucra, no sólo
al periodista sino también a las tres hermanas y hasta, luego se enteran, al
cura Julián.
El libro de Juan Ignacio Fernández pinta toda la terrible Historia
Argentina de los años 70 y lo hace de una forma conmovedora que nos introduce
en el oscuro mundo de la represión que aún recordamos con horror en la que la
búsqueda de la verdad y la justicia, frente al cruel autoritarismo,
conducía a la muerte, tan tristemente actualizada en nuestros días con la
desaparición y muerte de Santiago Maldonado.
La excelente dirección de Tatiana Santana tiene, además, una
característica que logra con gran acierto: el cambio de sexo en los roles, que
nos muestra una indiferenciación de género, y que es tan logrado que,
poco a poco, las actuaciones borran esa diferencia para sólo mostrar las
actitudes de los personajes.
Demás está decir que esto no se hubiera podido lograr sin los, también
excelentes, trabajos de todos los actores que intervienen en forma perfecta.
La minimalista escenografía y un vestuario muy logrado y acorde a la
época, acompañan esta obra que nos hace recordar y replantear en la actualidad
la defensa de los valores de libertad y justicia.
Sin ninguna duda, para verla y reflexionar.
María
Buscaglia
Teatro El Camarín de las Musas
Mario Bravo 960 C.A.B.A.
Jueves 20.30 hs
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