MIS TRES HERMANAS. SOMBRA Y REFLEJO
En esta versión de Tres hermanas de Chéjov, realizada por Marcelo Savignone, tres actrices, que representan la
juventud: Irina (Belén Santos), Maria
(Sofía González Gil) y Olga (Andrea
Guerrieri), hacen espejo con
otras tres en su edad madura ( en
el mismo orden Merceditas Elordi,
Mercedes Carbonella y Marta Rial). Ellas
van y vienen del pasado, que transcurre en nuestro país en la década del setenta.
Esas idas y vueltas a la infancia y adolescencia, típicamente
burguesa, la estructura familiar signada por un padre militar, en un contexto
social fagocitado, las pasiones reprimidas,
la relación con el único hermano varón (Marcelo Savignone), que aparece
al final reflexionando sobre una realidad de la que las tres hermanas no fueron
muy conscientes. La escenografía,
compuesta por camas superpuestas, que
nos ubica en la intimidad compartida, girando constantemente
hasta convertirse en un torbellino alocado
envolviéndolas y envolviéndonos, representando la debacle social (el
incendio) que provocó la última
dictadura militar. Todo esto, y
mucho más, logra movilizar nuestras
estructuras mentales para preguntarnos: ¿y si pudiéramos volver a vivir? ¿cometeríamos los mismos errores? ¿y si
empezara la vida de nuevo? Un final diferente para este clásico.
Nada en esta pieza teatral está de más , excuda talento por donde se lo analice, la
dramaturgia, la puesta en escena, la interpretación actoral, la dirección.
No se pueden perder esta adaptación impecable, contundente,
movilizadora.
SANDRA PAUL
No hay comentarios:
Publicar un comentario