Hall abierto en el Teatro San Martin

 

HALL ABIERTO Continúa el ciclo de actividades gratuitas en el Hall con una charla abierta de Laura Paredes, un concierto de Agustín Lumerman y Manuel Rodríguez Riva, un encuentro de K-Pop y la versión de “Romeo y Julieta” del Grupo de Titiriteros

El Ministerio de Cultura y el Complejo Teatral de Buenos Aires informan que continúa Hall Abierto, el nuevo ciclo que invita al público a acercarse al Hall Alfredo Alcón del Teatro San Martín (Avenida Corrientes 1530). Allí podrá disfrutar de un amplio abanico de actividades con entrada gratuita, desde conversaciones con grandes exponentes del teatro local hasta clases de baile, pasando por conciertos de distintos géneros musicales y espectáculos de títeres. El martes 11 de octubre a las 19 horas la actriz y directora Laura Paredes, integrante del grupo Piel de Lava e intérprete de Las cautivas, participará en una charla abierta en la que compartirá su recorrido escénico y hablará de sus principales referentes. El jueves 13 de octubre a las 19 horas las percusiones de Agustín Lumerman y los vientos de Manuel Rodríguez Riva proponen un viaje musical que, partiendo del folklore latinoamericano, incursiona en autores tan heterogéneos como Caetano Veloso, Ralph Towner o The Beatles.   El sábado 15 de octubre a las 18 horas continúan los encuentros para disfrutar de la K-Pop Random Dance. Aquéllos que bailen la mayoría de las coreografías de la playlist de cada día tendrán la oportunidad de participar en la “Gran Batalla Final” y ganar fabulosos premios. El domingo 16 de octubre a las 18 horas el Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín presentará su versión con técnica de guante de Romeo y Julieta, dirigida por Ariadna Bufano.  Según su directora, “los personajes-títeres son habitados por múltiples cuerpos de Romeos y Julietas. Porque hay muchos Romeos y muchas Julietas: son quienes se rebelan a lo establecido, los que se niegan a silenciar su deseo”. Respecto de la antigua técnica de guante, Adelaida Mangani, directora del Grupo, sostiene que “los miembros del elenco se convierten en herederos directos y activos del capital estético y simbólico acumulado durante cuarenta y cinco años de tarea incesante. Y ésta, por lo tanto, en una forma más de pasar la antorcha a sus manos”.