Las mujeres en la cultura patriarcal siempre han sido
consideradas como un cuerpo-objeto erótico, un instrumento de seducción,
obteniendo de esta forma cierto poder. Pero esa consideración dependía (y
depende) de la mirada de los otros, que modifica la propia, donde el
pensamiento dicotómico clasifica. O sos fea o sos linda. Por esta razón, en
esta historia las lindas están en la vidriera para el goce masculino y las feas
ocultas.
En el Buenos Aires de los años '20 del siglo pasado
abundaban las Orquestas de señoritas con las figurantas, mujeres bellas y
jóvenes, que hacían la mímica de la ejecución de un instrumento musical que en
realidad tocaban otras mujeres, menos agraciadas, escondidas en bambalinas o en
el foso.
Destino cruel si los hay para esta protagonista que se asume
fea y cuya viola, metáfora de su condición, es considerada por ella misma como
un violín engordado. Destino de desamor, porque el amor "no existe para
las feas", o es muy difícil de conseguir y terminan solas y secas. Destino
de frustración e impotencia por la imposibilidad de ser reconocida y valorada
más allá de la apariencia física.
Pero también ese destino pone en su camino a una figuranta
que se convierte en una especie de musa inspiradora, cuya conexión a través del
instrumento fue in crescendo hasta transformarse en una bacanal musical, en una
orgía sensorial donde estalla de placer sexual y donde descubre lo que quizás
sea el deseo de los otros, de esos hombres que anhelan libidinosos ese
espectáculo.
Pero su compañera en esta aventura erótica, como
mujer-objeto que es, termina siendo víctima de su belleza y muere enferma y
explotada por su rubio proxeneta. Es entonces cuando la fea en su intento de
"ser" sin su figuranta, desencadena su propia tragedia.
El autor de esta maravilla teatral es Mauricio Kartun,
interpretada por una excelente actriz como Luciana Dulitzky, bajo la dirección
impecable de Paula Ransenberg.
El palco en una esquina de la sala es la escenografía donde
la protagonista alcanza el éxtasis y la humillación final, acompañada desde las
sombras por Federico Berthet quien ejecuta la viola, ubicado en el rol de las
feas, generando así una reconfiguración de lo masculino.
Una IMPERDIBLE con todas las letras.
Sandra Paul
TIMBRE 4
México 3554 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4932-4395
Web: http://www.timbre4.com
Entrada: $ 250,00 - Domingo - 16:00 hs y 17:00 hs - Hasta el
30/07/2017
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